Para conocer el tema central del primer cortometraje del vidrio, hay que saber primero que ENSō un símbolo de la caligrafía japonesa, cuyo significado se atribuye a lo infinito contenido en la plenitud de la armonía. Lo que representa a la perfección la economía circular del envase de vidrio: un ciclo sin fin que cuida del medio ambiente. La cualidad de ser un cortometraje sin principio ni final, con un relato que puede repetirse en bucle, se encuentra muy ligada no solo al título de la historia, sino también a todo lo que engloba al vidrio. Y es que es un material de envasado que se puede reciclar una y otra vez, de nuevo a envase igual de reciclable, pudiendo repetirse el proceso infinitamente. Pero este eterno retorno del vidrio también puede darse por otra vía: la reutilización, presente en España principalmente en la hostelería.
‘Ensō’ es un mensaje medioambiental pero también es un proyecto estrechamente vinculado con el cuidado de nuestro entorno, ya que consiguió obtener la certificación de sostenibilidad ambiental, de la mano de la empresa tecnológica Creast. De esta forma, se certifica que todo el proceso productivo ha sido llevado a cabo bajo estándares de calidad y de manera respetuosa con el medio ambiente. Y para dotar de mayor apoyo al proyecto, la huella medioambiental sería compensada mediante la plantación de árboles en el Amazonas, junto a Saving The Amazon.
Empieza a ver el cortometraje sin principio ni fin
Uniendo el arte cinematográfico y circularidad, nace ‘Ensō’ el primer cortometraje del vidrio, sin principio ni fin donde el vidrio, la sostenibilidad de este material y el amor se sumergen por primera vez en la gran pantalla con el objetivo de seguir educando y generando un impacto positivo en la sociedad