Recicla vidrio

¿Qué vidrio puedes reciclar? 

Más gente que nunca está reciclando y nosotros no podríamos estar más contentos: como industria del vidrio, nos encanta poder utilizar vidrio reciclado cuando fabricamos nuevos envases. Sin embargo, es importante reciclar vidrio correctamente para que pueda utilizarse en la producción de nuevos envases. 

Por eso, en este post, vamos a explicar algunas curiosidades que te ayudarán a reciclar sin errores. Así, la próxima vez que tengas que deshacerte de tus envases, sabrás exactamente qué hacer. 

¿Por qué reciclar vidrio? 

Reciclar vidrio tiene muchas ventajas, algunas de las cuales quizá aún no conozcas. Por ejemplo, ¿sabías que, de media en Europa, los envases de vidrio ya se fabricadan con un 52% de contenido reciclado?  

El vidrio es un material reciclable fabricado a partir de ingredientes que se encuentran en la naturaleza -arena de sílice, carbonato de sodio y caliza- junto con vidrio reciclado. Fabricar nuevos envases con vidrio reciclado no sólo ahorra estas materias primas, sino que también ayuda a reducir el consumo de energía y las emisiones de CO2 (Centro y Red de Tecnología del Clima de las Naciones Unidas). ¿Y lo mejor? No importa cuántas veces se recicle el vidrio, nunca pierde sus prioridades, lo que lo convierte en un material permanente.  

El reciclado de vidrio es un tema de actualidad en las sociedades modernas de todo el mundo, pero no es nada nuevo: los envases de vidrio y su reciclado nos han acompañado durante milenios. Las pruebas históricas y arqueológicas demuestran que, incluso en la antigüedad, los vidrieros ya recogían y reprocesaban el vidrio roto para convertirlo en nuevos objetos. En la era moderna, los sistemas de recogida vigentes en Europa llevan más de cincuenta años funcionando. Se basan en una extensa red de contenedores de vidrio y sistemas de recogida repartidos por todo el continente. ¡Es un sistema que permite recoger una media del 80,1% del vidrio en Europa! 

Pero, ¿cualquier vidrio es reciclable? 

Sí, pero no siempre a través del contenedor verde, ya que este se utiliza para crear nuevos envases. Te lo explicamos: en los iglús debes introducir únicamente envases de vidrio: botellas, tarros y frascos. Es decir, envases de vidrio usados que contenían alimentos y bebidas o perfumes y cosméticos. Para que vuelvan a convertirse en lo que eran, envases igual de reciclables que la primera vez, ahorrando energía, materia prima y evitando emisiones. 

Pero existen otros recipientes de vidrio, como el Pyrex, que reciben un tratamiento termorresistente que altera el proceso debido a las diferentes temperaturas de fusión, arruinando potencialmente todo un lote de vidrio reciclado. Y luego está el cristal, de muchos artículos de vajilla, que contienen otros elementos en su composición, en concreto, óxido de plomo, para darle mayor brillo y sonoridad, el cual, además de afectar a la temperatura de fusión, es un metal pesado que no debe añadirse a los materiales de envasado.  

Por lo que otros tipos de vidrio, así como el cristal, deben llevarse al punto limpio para su correcta gestión. 

¿Cómo se recicla el vidrio? 

Una vez recogido, el vidrio se envía a las plantas de tratamiento, donde se prepara para que pueda ser utilizado de nuevo por los fabricantes, transformándolo en calcín: casco de vidrio limpio, molido y tratado resultante del procesamiento y la adecuación. ¿Sabías que todo ese proceso es únicamente mecánico? Separador magnético, criba, trituración, aspirador, triaje manual… Pero no se utiliza agua, evitando el uso de este bien escaso.  

Además, el vidrio no se degrada en el proceso de reciclado, por lo que no se pierde calidad ni cantidad. Es lo que se conoce como un material permanente, que además se convierte de nuevo a envase, por lo que su reciclado es integral, cíclico y cerrado. Fabricando envases igual de reciclables y aptos para alimentos y bebidas, en lugar de otros objetos menos reciclables. 

Hay dos tipos de casco: interno y externo. El casco interno procede de envases que no superan las pruebas de control de calidad, por lo que vuelven a introducirse en el horno para crear envases sin defectos. Todos y cada uno de los envases fabricados son inspeccionados y llevan consigo un código en relieve de trazabilidad, para garantizar su procedencia. El casco externo procede de envases usados, recogidos una vez que han salido de la planta de producción hacia el envasador y el consumidor final. 

Todo el vidrio fabricado se convierte así en un recurso inagotable para crear nuevos envases de manera más sostenible, retirando del mercado los residuos de envase y evitando la generación de residuos. 

¿Cómo deshacerse del vidrio que no se puede introducir en el contendor verde?

Ahora que ya sabes cuál es el vidrio que puedes reciclar y cuál no, te estarás preguntando: ¿qué hacer con todo lo que no puedes reciclar fácilmente?   

Bueno, el primer paso es pedir directrices a tu comunidad local. Puede que tengan normas específicas sobre los tipos de vidrio que no se pueden reciclar. Una vez hecho esto, hay algunas cosas más que puedes hacer con tus productos de vidrio.   

Enlazando con un estilo de vida consciente, puedes intentar reutilizar tus envases para otros fines, como almacenaje o decoración. Si no están rotos, también puedes donar artículos de vidrio como utensilios de cocina, espejos y vasos a tiendas de caridad, familiares y amigos.  

Consejos para reutilizar el vidrio

También puedes visitar nuestra sección sobre reutilización del vidrio para aprender más sobre reutilización y descubrir las mejores ideas para reutilizar tus tarros y botellas.

Inspírate

Saber qué tipos de vidrio puedes reciclar te permitirá dar un paso más hacia la protección de nuestro planeta. Así que la próxima vez que pienses en vaciar el armario de la cristalería o deshacerte de un espejo, ¡recuerda estos pequeños consejos y trucos para que el ciclo del reciclado siga su curso!