Los propios viandantes han sido quienes han dado vida a esta iniciativa, creando una increíble figura en forma de cola de ballena emergiendo del agua. A lo largo del día, los ciudadanos han tenido la oportunidad de acercarse a la conocida plaza para hacer su particular aportación de luz a la obra, como símbolo de su compromiso con el medio ambiente, bajo el lema “#YoElijoVidrio, y lo reciclo”. Cada tarro de luz ha llegado muy lejos, ya que Friends of Glass los ha transformado en una donación para el proyecto de la ONG WWF España, “Fondos llenos de vida. Por un santuario de cetáceos en Canarias”.
Beatriz Ayala, técnico del programa marino de la organización internacional WWF España, ha comentado: “Canarias es el enclave más importante de Europa para ballenas y delfines, y uno de los más relevantes a escala mundial, vital para la reproducción, alimentación y paso migratorio de más de un tercio del total de especies de cetáceos conocidas mundialmente. Desde WWF trabajamos intensamente para prevenir y hacer frente a las múltiples amenazas que ponen en riesgo su supervivencia, como la degradación de hábitats, el tráfico marítimo o la contaminación por plásticos que sufren nuestros océanos. Estamos encantados de dar la bienvenida a Friends of Glass a esta iniciativa y de poder colaborar juntos en un proyecto tan importante para los océanos”.
Por su parte, Karen Davies, representante de Friends of Glass España, ha destacado: “El vidrio es un envase infinitamente reciclable. Ya no se trata únicamente de ser 100% reciclable, que quiere decir que todo puede pasar por un proceso de reciclado. Para seguir los principios de la economía circular hay que procurar que los recursos en general mantengan su utilidad y valor en todo momento, y esto es precisamente lo que caracteriza al vidrio: nunca es basura. No se pierde nada en el proceso de reciclado, y lo más importante, vuelve a ser lo que era, un envase para conservar alimentos y bebidas, infinitamente reciclable otra vez al 100%”.
Friends of Glass ha llevado hasta las islas la cuarta edición de esta acción al tratarse de un territorio especialmente sensibilizado con su entorno y el reciclado del vidrio. Según datos de Ecovidrio, durante los seis primeros meses del año, el reciclado de envases de vidrio en el archipiélago creció el 9,6% respecto al mismo periodo de 2018, superando a la media de crecimiento española que se situó en un 8,3%. Los canarios reciclaron 22.700 toneladas de residuos de envases a través del contenedor verde entre enero y junio, 7 envases más por habitante comparado con la media nacional. Con esta contribución a la cadena de reciclado, se ha logrado reducir la emisión de 13.200 toneladas de CO2 (el equivalente a retirar de la circulación 3.224 coches durante un año), evitar la extracción de más de 27.240 toneladas de materias primas y ahorrar 34.050 MWh de energía.
Durante la realización del mosaico, el Sr. D. Javier Doreste, Primer Teniente de Alcalde y Concejal de Gobierno del Área de Urbanismo, Edificación y Sostenibilidad Ambiental de la ciudad, ha recibido el galardón de “Capital del Vidrio 2019”, un reconocimiento que entrega anualmente la Asociación Nacional de Fabricantes de Envases de Vidrio, ANFEVI. En esta ocasión, la Comunidad Autónoma de Canarias ha sido reconocida con este galardón gracias al alto compromiso de sus instituciones y habitantes. El reciclado del vidrio se puso en marcha en el año 1982, siendo Gran Canaria uno de los primeros lugares en los que arrancó este programa. Actualmente, la Recicladora de Vidrio de Canarias es pieza clave, adecuando el vidrio reciclado para su incorporación de nuevo en los hornos vidrieros, convirtiendo así un residuo en un recurso. En Gran Canaria se encuentra también la fábrica de envases de vidrio Vidrieras Canarias, que cuenta con más de 40 años de historia. Hoy en día produce más de 150 millones de envases de vidrio cada año, con una tasa de incorporación de calcín (vidrio reciclado) en los hornos del 75%. Además, mantiene un acuerdo con su vecino Carburos Metálicos, con el objetivo de aprovechar sinergias, ahorrar energía y reducir las emisiones, al convertir la energía residual de la primera en materia prima para la segunda, un acuerdo pionero en el mundo.